En esta ocasión Juana nos animó a que nos desplazásemos hasta Punta Umbría para disfrutar de un sendero novedoso. Nos reunimos Juana, Maria Luisa y Enrique C., Mari Trini y Juan Manuel, Joaquín, Encarnita y Justo, Marilen y David, Concha y Damián, Enrique G.
Punta Umbría es un pueblo costero
de la provincia de Huelva que se convirtió en municipio en el año 1963 al
segregarse de Cartaya. Fue un núcleo marinero de Cartaya y los británicos de la
empresa Riotinto la convirtieron en zona de descanso a partir de 1.883,
posteriormente el grupo inmobiliario Unión Explosivos Riotinto desmanteló las
antiguas casas “inglesas” y se levantaron nuevas urbanizaciones residenciales
de forma que la zona urbana se edificó mirando a la Ría, mientras que la zona
costera se reservó para área residencia veraniega. La economía actual se basa
en las actividades de pesca, turismo y agricultura de regadío.
Nuestro punto de reunión fue en
“Old Tavern” de Punta Umbría donde Juana nos invitó a un apetitoso desayuno.
Luego nos desplazamos en los coches hasta el inicio del sendero junto a La
Laguna de El Portil. Esta laguna de agua dulce es un refugio para aves como los
calamones, fochas, garzas, flamencos, patos, cormoranes, etc. y hacen que este
humedal, junto con otros en las proximidades, sea un lugar fundamental para la
supervivencia de las aves que emigran a nuestra península todos los años.
Nuestra ruta pasó rodeando la laguna que está completamente vallada para evitar
efectos indeseados por la presión turística. Luego nos adentramos hacia el Parque
la Norieta y nos encontramos que en este día se celebraba la Romería de la
Santa Cruz. Visitamos la coqueta ermita de la Hermandad de la Santa Cruz y
tuvimos ocasión de cambiar impresiones con David, un entusiasta peregrino que
aspira en un futuro próximo ser su hermano mayor. En seguida iniciamos el
camino de regreso entre los densos pinares terminando de rodear la laguna y
saliendo al mirador donde inmortalizamos la visita. La ruta fue de unos 11,5
km. de longitud con escasos desniveles.
De vuelta a los vehículos para
desplazarnos nuevamente hasta Punta Umbría, ya que Juana había reservado en el
Kiosco Félix el almuerzo, con unas estupendas viandas que previamente había
acordado con su dueño y que hizo las delicias de los comensales. El día no
acabó aquí ya que Juana nos llevó a dar un bonito paseo por la Ría junto al
barrio de los pescadores. Un descanso para tomar un café o un helado en la
Avda. de la Ría y regreso a los coches por la céntrica calle Ancha. Muchas
gracias Juana por tus desvelos para que todo saliera estupendamente.
Enrique Gómez del Moral
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