Ya se apagaron las efímeras luces navideñas y el aire se llevó los alegres villancicos, con uvas y champan se fueron las ultimas horas del año 2022… y entramos en el nuevo año, ya llovieron también caramelos e ilusiones en las calles de Sevilla y los andakanos salimos para la primera salida del nuevo año el sábado 14 de enero de 2023.
Aún no había asomado el sol por
el horizonte y ya íbamos los nueve, camino de El Bosque, donde nos costó
trabajillo encontrar sitio para los coches.
Por el sendero del río Majaceite
donde tantas veces dejamos nuestras huellas que el tiempo borró, pero no borró
de nuestra memoria la belleza y embrujo del lugar, empezamos a andar, pero esta
vez no seguimos el sendero junto al río sino uno paralelo que trepa por las
lomas entre espesos bosques mediterráneos, árboles y matorrales brillaban de
alegría por el agua recibida en abundancia en aquella zona, con cuidaito para
no resbalar disfrutamos del paisaje que los claros del bosque nos ofrecían.
Llegamos pronto a Benamahoma, ese pueblo colgado de la sierra como ropa blanca
tendida al sol, allí nos esperaban María Luisa y Enrique C para compartir
comida y amistad. Fuimos al nacimiento del río Benamahoma donde el agua que
cayó del cielo vuelve a la tierra para comenzar su ciclo. Nos fuimos a comer a
un bar que ya conocíamos, donde sirven carne de caza y otras cosillas muy
apreciadas.
Nos dispusimos para volver a El
Bosque, esta vez por la orilla del río con sus rincones de embrujo donde
habitan duendes y hadas que aparecen a veces. En El Bosque nos despedimos
contentos de poder seguir caminando un año más por los rincones que la
naturaleza nos ofrece con pequeñas sorpresas como una mata de violetas en flor
o los dilatados horizontes donde verdes y azules se pierden en un infinito de
Esperanza.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor
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