Desde Sevilla nos desplazamos Lola, José María y Enrique hasta Castaño del Robledo donde se nos unió Juana a las 10 de la mañana. El sendero de hoy ha sido un circular de 9,5 km. que hemos iniciado en el Humilladero del Cristo de la Verónica con unos 250 metros de desnivel acumulado.
Este sendero nos recordaba al que
hicimos el 28 de mayo de 2022, aunque diferente como comentaremos en la
descripción, aunque voy a reflejar en estas notas parte de la información que
en su día se comentó.
Castaño del Robledo es un viejo
conocido nuestro porque cuenta con numerosos senderos que discurren entre
castañares y robledales, su altitud de 738 metros sobre el nivel del mar le
confiere un microclima que hace que tenga unos bonitos paisajes y muchos tipos
de árboles. Su casco urbano ha sido declarado Conjunto Histórico, y son de
apreciar las “solanas”, las calles empedradas, algunos ventanales y fachadas.
Destaca la imponente figura del “Monumento”, iglesia inacabada cuya
construcción se inició en 1788 y que pretendía ser la catedral de la Sierra de
Aracena; la Iglesia de Santiago El Mayor, construida en dos fases, una en el
siglo XVI y otra en el siglo XVIII, en su interior se encuentra el órgano
barroco más antiguo de la provincia de Huelva y donde celebró oficios el
insigne Benito Arias Montano. La población está dividida en tres núcleos de
forma discontinua: el central, el Castañar y el Calvario. En una de las
entradas, que en esta ocasión no recorrimos, se encuentra la original plaza de
toros que data de la segunda mitad del siglo XIX. También hay diferentes
fuentes y humilladeros. Tiene una gastronomía singular basada en productos del
cerdo ibérico, castañas y productos hortícolas de sus destacadas huertas, como
las papas del terreno; también crecen amplias variedades de setas. En su
momento tuvo su importancia por ser confluencia de caminos a Jabugo, Santa Ana
La Real, Alájar, Fuenteheridos y Galaroza.
Dejamos los coches en el barrio
del Calvario y comenzamos nuestro camino pasando por el humilladero Cristo de
la Verónica y al poco tiempo divisamos a nuestra izquierda los pueblos de
Cortegana, El Repilado y Jabugo; como ya sabíamos, al seguir avanzando nos
encontramos con un suelo muy erosionado por las aguas torrenciales de este año
2025, que ya estaba en males condiciones por las aguas caídas en los años 2020
y 2021 y que nadie arregla; llegamos al cruce de los caminos que unen
Fuenteheridos y Jabugo, nosotros seguimos dirección Galaroza para al poco
desviarnos a la izquierda para subir un repecho de unos 400 metros para
observar “el pino de la Atalaya” un gran ejemplar del que se ha desgajado una
gran rama que es más un árbol que una rama y donde descansamos y disfrutamos de
este fenómeno de la naturaleza. Retrocedimos para continuar por el camino
Fuenteheridos-Jabugo en dirección Jabugo hasta un nuevo cruce que nos llevaba
hacia “la calleja” de Galazoza. Caminamos un buen tramo muy sombreado paralelo
al río Múrtiga, disfrutando del enorme caudal que llevaba; aquí coincidimos con
un grupo de amigos de Lola y Jose que hacían el camino en sentido opuesto
llevándose la correspondiente sorpresa. Un kilómetro antes de llegar a Galaroza
nos dimos la vuelta para volver al cruce Fuenteheridos-Jabugo y continuar en
dirección Castaño de Robledo, en subida; de regreso pasamos por el barrio de El
Calvario donde se encuentra la fuente de su mismo nombre y nos encaminamos por
el centro de pueblo hasta llegar al mesón-restaurante “El Roble” donde
previamente habíamos reservado. El almuerzo fue estupendo, tomamos ensalada de
cabrales, unas berzas, recomendada por Juana que había estado en ocasión
anterior y de carne lagartito a la brasa. Al regresar entramos en la iglesia
inacabada donde estaban preparando un evento deportivo para participantes de
toda la comarca. Con ello dimos por finalizada la jornada echando de menos una
vez más a los amigos que no han podido asistir.
Enrique Gómez del Moral
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