En la mañana de este día 8 de Junio, reconfortados con un suculento desayuno en Las Villas de Bubión, partimos hacia Trevélez, por una carretera muy estrecha con abundantes curvas y ciclistas, para hacer el sendero programado.
Hemos subido hasta la parte de en medio y aparcado debajo de
un hermoso y frondoso Tilo, al lado de una excelente fuente.
Después de la foto de salida y despedirnos de Mercedes y José
francisco, que se quedaron en el pueblo, iniciamos el sendero junto al rio
Trevélez cuajado de rosas silvestres, mejoranas, peonías y preciosas
coronillas, bajo los tilos junto a chopos, fresnos y cerezos cargados con sus
rojos y apetitosos frutos. Destaca el contraste del rojo de las amapolas y el
amarillo de las coronillas.
A continuación se abre la naturaleza aún más y vemos chopos
negros y moreras de las que comentamos que lleva un gran desfase en tiempo de
maduración respecto a las de Sevilla, en las que el fruto ya ha madurado y
caído, mientras que aquí está empezando a apuntar.
En un punto del precioso y sombreado camino, el rio se
derrama sobre un pequeño valle formando multitud de riachuelos, dando lugar a
una sensación de frescor inigualable. Al finalizar el valle se van cerrando sus
cursos y vuelven al torrente principal, dejando detrás un manto de verdor y
belleza sin par.
Continuamos el sendero con dirección a Jerez del Marquesado,
buscando el Horcajo o confluencia de otros dos cuya fusión dará lugar al rio
Trevélez. Así entramos en el Parque Nacional de Sierra Nevada, donde
encontramos un árbol muy peculiar llamado SALI de donde se obtiene la base de
la aspirina (Ácido Acetil Salicílico).
La descripción de todo el panorama vegetal como siempre corre
a cargo de nuestra querida Encarnita que no escatima esfuerzos para darnos una
clase magistral cada vez que le solicitamos su opinión. Gracias Encarnita.
Sobre el camino y su transcurso, Justo, ayudado por Enrique,
nos mantienen puntualmente informados y sin perdida. Nos indican ahora que
hemos llegado al Puente De Los 14 Ojos. Los más incrédulos nos pusimos a
contarlos para comprobar si el nombre era correcto. Lo era.
Al final no pudimos llegar al Horcajo por estar anegado el
sendero, repusimos fuerzas con los bocadillos y dimos buena cuenta de las botas
de vino. Ya en Trevélez recogimos a José Francisco y Mercedes, tomamos un café
y nos pusimos en marcha para visitar Pampanéira, pueblo muy turístico donde
sobresalía la iglesia de Santa Cruz.
Una vez duchados y arreglados, nos fuimos al pueblo de Bubión
a degustar una excelente cena, el plato más solicitado fue la sopa alpujarreña.
Fdo.: Juan M. y Mari Trini
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