La rueda de la vida sigue su curso, pasó el invierno, llegó la primavera con sus fiestas, llovió azahar y jacaranda en las calles de Sevilla, y llegó el viaje de fin de curso para los andakanos. Retomamos el programa del año pasado suspendido por motivos climatológicos y nos fuimos para el norte, destino Asturias en el Concejo de Teverga dentro del parque natural de Las Ubiñas – La mesa.
Salimos de Sevilla el lunes 3 de
junio, los nueve participantes nos reunimos en la gasolinera de siempre y
salimos por la vía de la Plata, con paradas programadas por Enrique para hacer
el camino cómodo y placentero. Atravesamos Extremadura con sus campos de
encinas, las tierras calmas de Castilla León, el embalse de los Barrios de Luna
donde hicimos una paradita para contemplar una vez más su belleza, nos dio paso
a los montes astures con sus grandes paredones de piedra y sus hermosos valles sembrado
de casitas y vacas, llegamos al puerto Ventana, la ventana que dejaron abierta
porque entraba un viento muy fresquito.
Entramos en la cordillera cantábrica
por una preciosa carretera abierta entre hayedos que filtraban la luz del
atardecer, y por fin llegamos a nuestro destino, un simpático hotel llamado “La
Posta del Camín Real” en un enclave paradisíaco en el pueblo de La Plaza. Cena
prevista en el restaurante La Chabola.
Martes 4. Desayuno y salida para
un sendero por el hayedo de Montegrande, uno de los mayores de Asturias, después
de leer los paneles informativos sobre la flora y la fauna del lugar, nos
adentramos en un bosque mágico, los troncos de hayas centenarias con sus formas
singulares daban alimento a la imaginación, ¿y que decir de las flores,
arbustos y hierbas del sotobosque? Lo que de lejos encierra misterio de cerca
descubre su belleza. El grupo llegó hasta un puentecillo de madera sobre el río
Trubia y allí nos quedamos mientras los 3 más valientes subieron hasta la
cascada del Xilbu de cuya belleza vinieron encantados. Comimos en un recodo del
camino y seguimos disfrutando el paisaje. Al llegar a los coches Justo abrió la
cafetería “Mejorana” y nos ofreció café. Volvimos al hotel para cena y
descanso.
Miércoles 5 nos fuimos a recorrer
un tramo de la senda del oso, antigua vía del ferrocarril minero convertida en
vía verde. Nosotros comenzamos en Caranga para llegar hasta Villanueva donde habíamos
situado la autocaravana para la vuelta, el sendero muy cómodo corre en paralelo
al río entre paredes rocosas de gran altura, a la hora del bocadillo
encontramos un merendero ideal con bancos madera y mesas de piedra, donde
comimos muy a gusto, finalmente llegamos a Villanueva y en la cantina del
puente tomamos un helado y descansamos un rato. De regreso alguien comentó que
en las cercanías había un pueblo medieval “Banduxu” perdido en las montañas y
nos fuimos a buscarlo por carreteras caracoladas y envueltas en niebla,
encontramos el pueblo con sus numerosos hórreos y su iglesia prerrománica,
algunos del grupo se encontraron con un señor de 88 años que tuvo la
oportunidad de compartir con ellos trocitos de su larga vida entre montañas.
Regreso a casa cena y descanso.
Jueves 6 Comenzamos el día
visitando la Colegiata de San Pedro que teníamos enfrente, es un ejemplo del
paso del prerrománico al románico del siglo XI, fue una visita guiada interesantísima,
al terminar nos fuimos hasta la Cueva Huerta donde comenzamos a caminar por un
antiguo camino medieval, el Camín Real, la primera parte de la bajada fue
bastante difícil por lo abrupto del terreno y el gran desnivel, luego cambió a
sendero normal entre bosques mixtos de castaños robles y hayas de troncos
escultóricos y espectaculares. Llegamos a nuestro pueblo donde los paraguayos
nos prepararon una fabada para chuparse los dedos. La comida merecía una
siesta, y cada uno se despachó a su gusto, tarde de relax y reunión a las 8,30
para programar la siguiente salida, creo que todos pasaron por alto la cena.
Vierenes 7 Aunque anunciaban agua,
la mañana se mantuvo bien, nos fuimos a visitar el monumento natural del Tejo
de Bermiego, está en un pueblo de montaña con muchos hórreos y pocos
habitantes, el Tejo milenario está allí, solitario con sus brazos abiertos
viendo pasar el tiempo, lo acompaña en su soledad una pequeña ermita que estaba
cerrada. Preciosas nubes dibujando mapas en la montaña. La segunda parte de la
visita fue a la iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena, patrimonio de
la humanidad y muy protegida por sus vecinos, se alza en su sencillez sobre una
pequeña colina. Una vecina encargada nos explicó con detalles, su historia, su
arquitectura original y sus posteriores reformas. Es una joyita de nuestro rico
patrimonio, nos fuimos a comer a casa María en el pueblo de Ferguera, comimos
comida asturiana servido por una madrileña dinámica y agradable, al terminar la
comida empezó a llover moderadamente y terminamos en el pueblo de Pola de Lena,
una ciudad moderna con una hermosa iglesia y un simpático tirador de sidra en una
placita, paseamos por el centro, vimos el ayuntamiento y volvimos al hotel.
Sábado 8 Aunque anunciaban lluvia
gran parte del grupo se fue para hacer otro tramo de la senda del oso que
partía del mismo pueblo, las dos andakanas mayores nos quedamos en la Posta y
cuando regresaron los del sendero nos fuimos a comer a La Chabola, la sobremesa
se alargó y cuando nos quedamos solos los andakanos le cantamos a los
paraguayos el himno de Asturias para agradecerles el buen trato recibido por
Antonio y su familia, a las 8,30 nos reunimos en el hall del hotel en un
rinconcito acogedor donde cada uno llevó lo que tenía, incluso jamón pata negra
para acompañar una cervecita y preparar la ruta de regreso a casa.
Domingo 9 A las nueve en ruta,
paradas programadas entre ellas una para comer en Baños de Montemayor, en el
restaurante El Solitario, que forma parte de un conjunto turístico muy
agradable, buena comida y visita a unas antiguas chozas dispersas por un bonito
jardín. A la hora prevista llegamos a la gasolinera de Las Pajanosas para
cerrar cuentas y despedirnos.
Una vez más la vida ha sido
generosa regalándonos una semana de convivencia en un rincón maravilloso de
esta España nuestra. Gracias a los ángeles caminantes que estuvieron atentos a
las andakanas mayores. ¡Buen verano a todos! Y que Dios nos siga bendiciendo.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor
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