sábado, 18 de mayo de 2013

Arroyo Atrera, embalse de los Hurones, Cabezo de Sta. María 11-5-2013


Las generosas lluvias de este final de invierno, han tenido a los Andakanos recogidos en sus guaridas. Pero esas mismas lluvias han preparado un paisaje de verdes y flores como hace mucho que no se veía, por ello, los 12 que este sábado 11 de mayo salimos al campo, pudimos disfrutar de un hermoso espectáculo. La ruta varias veces aplazada fue la que rodea por la orilla derecha el pantano de los Hurones en el término entre El Bosque y Algar.
Entramos en el sendero por la orilla del arroyo Atrera y pronto apareció la cola del embalse en el que se fueron asomando las cumbres serranas que le sirven de fondo, mientras el grupo avanzaba por prados de flores de un colorido “impresionista”, olores a mejorana y tomillo y ese concierto de pájaros que solo se ofrece en primavera, hasta las mariposas danzaban a nuestro alrededor, festejando su efímera existencia. El embalse estaba tan desbordado que nos obligó a cruzar una y otra vez las vallas colindantes con las tierras de pastos, donde seres cornudos nos miraban fijamente, quien sabe con que intención, por si acaso los rodeamos en silencio.
Nuestra meta era llegar al mirador del cabezo de Sta. María, el tal mirador físico no lo encontramos, pero si una vista esplendida de la parte ancha de los Hurones, con sus pequeñas islas y algunas copas de árboles que habían quedado sumergidos.
Allí nos paramos a comer, aunque pronto el calor nos desplazó hacia un punto más aireado, donde se habían quedado algunos. Regresamos con calor y sin agua, así que el anhelo de una cerveza fresca nos sirvió de estímulo, volvimos a saltar vallas y a soportar miradas vacunas, y por fin llegamos a El Bosque y la cerveza a nosotros.
Una puesta de sol hermosa coloreó nuestro regreso, todavía impregnado nuestro ánimo de la energía serena de una naturaleza siempre cambiante en sus formas pero eterna en su esencia. Bendiciones para todos.
Fdo.: Blanca
Andakana mayor