miércoles, 25 de octubre de 2017

El Madroño y el río Tinto. uno de abril de 2017

(En primer lugar quiero aclarar que esta reseña la escribió la Andakana Mayor en su momento y yo la recibí en su fecha, pero por no sé que razón la tenía traspapelada y olvidada, de pronto sin saber por qué la he recuperado y os la voy a transcribir. Pido disculpas a todos)

Ya cambiamos al horario de verano y en Sevilla ya llovió el azahar, cinco andakanos en este sábado día uno de abril, en una salida extra, nos dirigimos a El Madroño, zona que estamos explorando últimamente, y tomamos la ruta de “los mineros”, una circular que recorre trozos de pista y otros senderitos a campo través entre matorrales, palmitos y prados verdes bordados de flores, atravesamos también campos de zarzas llenos de botoncitos brillantes con algunas flores abiertas posadas como mariposas blancas en el verde, tan hermosa y efímeras que te hacen pensar…
En un punto que Justo sabía dejamos la circular y bajamos un barranco hasta caer en un paisaje extraño como arrancado de otro planeta, estábamos en las orillas del misterioso río Tinto que bajaba borboteando en un cauce que él se ha labrado a su antojo, arrastrando metales, erosionando las piedras y tiñéndolas de colores y formas que de no ser por el verde de sus riberas nos creeríamos en “Martes”, pasamos a la otra orilla para hacer fotos, dejando nuestras huellas en unas arenas que más bien parecían cenizas. Retomamos el camino del barranco, esta vez hacia arriba hasta la circular y pronto apareció la imagen blanca de la ermita de debajo de El Madroño con su espadaña de 3 campanas recortada en el azul. Buscamos un bar o más bien una “cerveza fresca” y ya de paso alguna tapa lugareña, ya que las “latitas” siempre pueden guardarse para otra ocasión.
A la salida del bar que hacía rato había cerrado sus puertas, algunos hicieron ejercicios en un parque para mayores y otros se echaron una siesta, que aunque corta fue sabrosa, y como estábamos cerca de la Aldea de El Álamo pasamos a comprar la miel en el lugar que ya conocíamos del sendero anterior.
Regresamos a Sevilla deseándonos y haciéndolo extensivo a todos los andakanos felices y alegres fiestas de Primavera.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor