Ya las jacarandas pintaron de violeta los atardeceres
sevillanos y tejieron alfombras en sus aceras. En el parque de María Luisa los
magnolios están en flor, y 8 andakanos después de que los whatsapp los pusieran
de acuerdo se fueron a la sierra para un nuevo sendero antes de cerrar el curso
en los próximos días.
El comienzo del camino fue en Santa Ana la Real, por sus
calles empedradas, descendimos hasta encontrar un camino pedregoso techado por
las ramas entrelazadas de los alcornoques. Al fondo entre los verdes rizos de
las copas de los árboles divisábamos manchas blancas que al acercarnos se
concretaban en los pequeños núcleos de vida rural de las pequeñas aldeas de la
sierra.
En La Corte nos paramos en su ermita de la Virgen del
Rosario, donde hay un azulejo dedicado a las mujeres hermanas de la Virgen,
pasadas, presentes y futuras, de los hombres no ponía nada.
Desde allí hasta la aldea siguiente, Calabazares no había
sombra y el sol apretaba, la idea de encontrar en la aldea una cerveza fresca
nos dio impulso para seguir, pero de cerveza nada de nada, lo que si había era
una aldeana de armas tomar, que nos engatusó para que subiéramos a la aldea
para ver sus patios y sus flores, y valió la pena porque conectamos con la vida
oculta de sus gentes, y disfrutamos de las esplendidas vistas de la serranía.
Regresamos por el mismo camino esta vez con más calor y
cuesta arriba, en La Corte pudimos tomarnos una lata de cerveza fresca que nos
ayudó en el caminar hacia arriba.
Desde Santa Ana nos desplazamos con los coches hasta Linares
de la Sierra con idea de degustar “la tapita del lebrillo” pero otro fracaso el
bar estaba cerrado, pero en el “rincón de Lorenzo” nos sirvieron la tapita con
todos sus avíos. Mari Trini y Juan Manuel nos invitaron a helado y café por la
alegría de su 5º nieto, Dios lo bendiga y proteja, al final de la sobremesa que
fue dilatada y sabrosa nos despedimos hasta el próximo curso para aquellos que
no vienen a Navarra y hasta pronto a los demás.
Que todos los andakanos pasemos un feliz verano y volvamos a
encontrarnos de nuevo en la amistad y la comunión con la naturaleza, fuente
inagotable de belleza, armonía y paz.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor