miércoles, 29 de enero de 2014

Aguafria a Santa Ana la Real y regreso. 25-1-2014

Por fin se animaron algunos andakanos que andaban aletargados, y pudimos juntarnos 18, como en los mejores tiempos, el sábado 25 de enero de 2014.
Con un día de viento fresco y cielo despejado nos dirigimos hacia Aracena. Después de desayunar en “el Juanito” seguimos hasta Aguafría, donde se inició el sendero entre dehesas de encinas por donde deambulaban esos animalitos de brillantes hocicos y graciosos andares, de nombre más bien feo, pero de exquisito paladar.
Una nube baja nos envolvió en un momento del recorrido y de la neblina surgieron escultóricos troncos de castaños revestidos de ese tono verde que solo tiene el musgo cuando lo abraza el sol.
Nos acompañó en algunos trozos del camino el cantar del agua saltando por las piedras de la rivera de Santa Ana, que nos llevó hasta el pueblo de Santa Ana la Real. En la fuente de azulejos que hay a la entrada junto al lavadero popular, nos reunimos y decidimos buscar un sitio donde consumir unas bebidas y comer cada uno su “pitanza”, así lo hicimos debajo de una carpa en el patio de un bar cualquiera, donde incluso tomamos café, y seguimos caminando esta vez buscando de nuevo Aguafría, donde llegamos al toque de una campana, con mal tañer, que llamaba a Misa. Entramos en la capilla y cantamos una Salve, como en los viejos tiempos. Despedida y regreso a casa.
Un día más tuvimos la suerte de recorrer esos caminos serranos donde la naturaleza nos ofrece además de su belleza, ese espacio de silencio donde podemos contactar con lo mejor de nosotros y conectar esa esencia Divina que nos une a todos. ¡Hasta la próxima!
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor 

miércoles, 22 de enero de 2014

Tajo del Abanico. Primer sendero Andakano 2014.

El sábado 11 de enero de 2014, seis andakanos emprendimos ruta con cielos poco estables, nuestro querido Joaquín cumplía 66 y nos invitó a desayunar en Algodonales. Deseamos cumpla muchos más entre nosotros.
Del abanico de senderos que ofrece la serranía rondeña, nuestro guía eligió precisamente ese, el Tajo del Abanico, los coches quedaron a las afueras de Ronda y comenzamos a andar por una pista cementada hasta llegar al sendero de tierra ya entre matorrales, algunos trozos estaban empedrados que dicen ser “calzada romana”¿? Donde nuestras huellas se unieron a tantas otras que por allí pisaron a lo largo de su historia.
Nuestros sentidos pudieron disfrutar de una rica vegetación, allí estaba el zumaque, nostálgico del tiempo en que tanto lo apreciaban los curtidores de pieles, y estaban también la jara, las adelfas, las aulagas, poniendo una nota de color con sus diminutas flores amarillas, y los lentiscos que en esa zona se hacen grandes como árboles, de hecho, buscamos un lentisco arbóreo centenario pero no supimos encontrarlo. La humilde mejorana envolvía con su aroma nuestro caminar, y de fondo el alegre piar de los saltarines gorriones y el balido de las corderas, llamando a su lado a sus crías recién paridas, con este ambiente bucólico fuimos bajando hasta encontrar un torreón en buen estado, adosado a una construcción derruida que parece ser servía como refugio en caso de conflicto entre moros y cristianos. Más abajo aparecieron esas paredes poderosas de roca arenisca que se dilatan por el recorrido de un riachuelo, ahora sin agua pero con señales de llevar buen caudal cuando llueve, a ese nivel encontramos la cueva de los murciélagos con alguna primicia en su techo de futuras estalactitas, había por allí un cabrero con medio centenar de cabras, que ramoneaban entre los peñascos, otra estampa bucólica cada vez más difícil de ver. Como el nombre del tajo hace pensar que entre las caprichosas formas de las paredes se escondía la forma de un abanico, nos afanamos en encontrarlo, algunos ayudados por la fantasía encontraron hasta 4, pero abanico, abanico, tendremos que volver para seguir buscándolo.
Terminado el sendero nos fuimos con los coches a la ermita rupestre de Nuestra Señora de la Cabeza, esta está excavada en la roca y en su fue habitada por ermitaños, hoy sirve para la romería.
Frente a la ermita, al otro lado del valle donde hay varios caseríos y tierras de cultivadas teníamos la “hermosa serrana” herida por su tajo y sus casas esparcidas por la cornisa rocosa. Después de tomar nuestro picnic y con un cielo cada vez más despejado y hermoso nos fuimos a pasear por la ciudad, donde el sol tuvo la gentileza de acompañarnos haciendo el paseo aún más agradable.
Ronda es una ciudad única cada vez que vuelves a ella le encuentras más encanto.
Como novedad encontramos en un muro una Ronda atrapada en cerámica y varios comentarios de personajes que pasaron por allí y dijeron frases elogiosas sobre ella, el enclave se llama “Ronda y los viajeros románticos”, y con esa admiración renovada por la bella Ronda, regresamos a Sevilla cuando la luz del sol en su ocaso relucía detrás de las nubes grises que teniamos al poniente. Paz a todos para 2014 y a ver si nos animamos.
Firmado Blanca

Andakana Mayor    

jueves, 9 de enero de 2014

Navidad senderista 2013. del 14 al 15 de diciembre de 2013

En la Posada de Valdezufre, en la sierra de Aracena, hemos celebrado el 14 de diciembre la cena de Navidad los Andakanos. Esta vez éramos 18 y con ánimo alegre y después de un buen desayuno en “El Juanito” dejamos los coches y nos dispusimos para un senderito que nos llevaría desde allí a Jabuguillo, pasando por la ermita de Santa Marina, en una colinita verde, inundada de sol, hasta allí nos acompañaron Maribel y Tere, calculando sus posibilidades de reincorporarse a los senderos aunque sea parcialmente, cosa muy positiva por su parte y que nos alegra a todos.
Llegamos a Jabuguillo donde María nos salió al encuentro en los lavaderos y allí en la plaza del pueblo disfrutamos del sol. En el regreso hacia la Posada, y poco antes de llegar encontramos un bonito prado para el picnic.
A las nueve todos preparados para la cena y la sobrecena donde se sorteó un mantón de ganchillo hecho por Mercedes y la agraciada fue Tere. Juan Manuel repartió partituras y… villancicos al aire… algunos fuimos visitados por los duendes del sueño allí mismo y los otros también fueron llamados, porque pronto dimos por terminada la noche.
La mañana del domingo también amaneció esplendida, así que nos fuimos a Corteconcepción por un sendero entre encinas dispersas por colinas peladas, a lo lejos divisábamos el pantano de Aracena, rodeado de colinas azuladas.
Comimos en Corte en el bar El Camino, propuesto por Juan, que ya es amigo de toda la serranía. Para el café nos fuimos a Aracena y de allí para Sevilla. Un año más hemos echado leña a la chimenea para que el calor de la amistad no se apague. Gracias a todos por haber estado allí y gracias a la vida que nos sostiene y nos une.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor