Ruta circular de algo
más de 14 km. de longitud que realizamos el 23 marzo 2019 Encarnita, Justo,
Lola, Miguel, Concha, Damián, María y Enrique. Dos horas de coche nos toma
recorrer la distancia de Sevilla hasta la Plaza de España de Las Navas de la
Concepción. A la ida decidimos ir por la estrecha pero bonita carretera de
montaña que nos hace pasar el “Embalse José Torán”, La Puebla de los Infantes y
“Embalse del Retortillo”, en los que se echa de menos la falta de lluvia de
estos últimos meses. Al llegar decidimos tomar un desayuno pues el tiempo
transcurrido así lo pedía. Visitamos el exterior de la iglesia parroquial de La
Purísima Concepción construida en el siglo XVIII y que posee una bonita torre
de 20 metros de altitud y en la que se disponen cuatro campanas la “Jesús,
María y “José” fundida en 1.620, la de “San Antonio” de 1.800, la de “San José”
de 1890 y la de “Santa Matilde” de 1930.
El origen Las Navas (nombre que proviene de “las ondulaciones del
terreno”) es debido a la instalación de un monasterio de
la orden de San Basilio en el siglo XVI, posteriormente llegan colonos y forman
el pueblo, dedicado a la cría de cerdos y producción de aceite.
Iniciamos nuestro sendero saliendo desde la Plaza de
España, en leve descenso pasamos por el polideportivo enlazando por un camino
denominado "Camino de la Ermita", hasta conectar con el arroyo de la
Ciudadeja e ir paralelo a este arroyo que aunque no llevaba mucha agua
disfrutamos de las pequeñas cascadas y su potente arboleda hasta llegar a la
ermita de Belén, que es un edificio construido en la década de los pasados años
ochenta de bonita factura pero que no pudimos visitar porque solo se abre en la
época de la romería; está construido cerca del antiguo molino “Los Frailes” y
rodeado de una frondosa vegetación, encinas, alcornoques, chopos, alisos,
fresnos y adelfas. Aquí nos sentamos en su área recreativa para tomar nuestros
bocadillos. A la hora y media de nuestra llegada partimos de regreso haciéndolo
por el “camino del Túnel”, estando en su mayor recorrido tapado de vegetación,
casi sin dejar entrar los rayos solares, con especies propias del bosque
mediterráneo encontrándonos madroños, aladiernos, durillos, jara blanca,
matagallos, cantuesas y madreselvas. La pena es que se notaba la falta de
lluvia por lo que no disfrutamos de sus aromas. Luego pasamos por un terreno
adehesado en donde la cría de cerdos y ovejas toma su protagonismo.
Una vez en el pueblo descansamos tomando un
refrigerio en un bar de la Plaza España. Hacemos el regreso por la carretera
que va a Constantina que es más ancha pero, eso sí, con bastantes curvas. A las
dos horas llegamos a nuestros destinos cansados pero contentos por haber
disfrutado de una bonita jornada.
Fdo.: Enrique
Andakano Nuevo Guía