miércoles, 31 de octubre de 2018

Sendero de los Castañares, Constantina. 27 de octubre de 2018.


En el cielo de un atardeces otoñal lleno de matices, se dibujaba la silueta del campanario de una blanca ermita, desde el jardín que la circunda se oían voces de una salve que saludaban a la madre universal, erguida en sus andas con su cara morena y su cuerpo envuelto en una saya negra pronta a bajar al pueblo para llorar con el por sus hijos muertos. Era la Virgen Nuestra Sra. de Robledo y las voces eran de los 13 andakanos que habíamos terminado la tarde en ese hermoso lugar después de haber disfrutado de un precioso día de cielos y paisajes cambiantes en la sierra Norte de Sevilla, repitiendo el sendero que hacía 15 años habíamos hecho casi en la misma fecha.
Fue una ruta circular que parte de Constantina y atraviesa bosques de castaños asilvestrados, que ya habían alfombrado el sendero con sus hojas y frutos. Al salir del bosque de castaños nos sorprendió una vista dilatada de la sierra donde el sol había abierto una brecha en la nubes para mostrarnos la silueta luminosa de la sierra en el horizonte, y más adelante nos sorprendió una cascada de colores rojizos que una parra silvestre había formado encerrando en su abrazo piedras, cables y árboles, algunas niñas del grupo quisimos sentir ese abrazo y ahí está la foto para la posteridad.
Al final del sendero subimos al castillo de Constantina, o lo que queda de él, que se reduce a un muro roto de la plaza de armas y dos paredes semi derruidas, pero que el pueblo no quiere perder ya que forma parte de la “Banda Gallega”, denominada así porque esa zona se repobló con gallegos y leoneses tras la expulsión de los musulmanes.
Y para “cambiar de tercio” nos fuimos al restaurante así llamado para degustar variados y ricos platos.
Desde allí nos fuimos a la ermita de Nuestra Señora de Robledo, patrona del pueblo, y con la energía que emana de aquel lugar nos despedimos hasta el próximo encuentro que será muy pronto.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor

sábado, 20 de octubre de 2018

Inicio de curso 2018-19 en Higuera de la Sierra


El 13 de octubre de 2018, los andakanos se dispusieron para su primera salida del nuevo curso, con un cielo despejado y temperatura agradable, del punto de encuentro salimos 15, incluido nuestro andakano guía que con e tesón que le es propio lleva viento en popa su rehabilitación, a la que echamos de menos fue a Encarnita (alma del grupo) que por una molestia inoportuna no nos pudo acompañar.
Después del desayuno en “el Juanito” seguimos hasta Higuera de la Sierra, desde donde empezamos el sendero por una pista asfaltada que atraviesa dehesas de encinas, alcornoques, olivos y algunas higueras de las que hace referencia el nombre del pueblo. En algunas fincas por las que pasamos, en vez de cerdos había bonitos caballos que nos miraban curiosos al pasar, también vimos 2 burros de curioso pelaje, de manchas blancas y negras, parecidas a las de algunas vacas lecheras.
Con algunas paradas para contemplar los hermosos paisajes que nos ofrecía la sierra, llegamos hasta el camino de Las Tobas, que son formaciones rocosas modeladas al filtrase el agua por el suelo calizo, que le da un aspecto y colorido especial, y ¡sorpresa! En un recodo del camino en una especie de cueva formada por estas Tobas se encuentra una Virgen de Lourdes que un escultor del pueblo hizo para que desde esa atalaya custodiara a sus hijos. La Virgen está rodeada de una exuberante vegetación y todos disfrutamos de ese remanso de frescura y paz.
Por el mismo sendero regresamos a Higuera y en la primera Cruz recuperamos a Justo que había hecho un trecho del camino en solitario.
Para hacer más completa esta salida, Enrique había concertado una visita al museo de las destilerías “Martes Santos” que desde 1870 tiene su sede en el pueblo en una casa del siglo XX obra atribuida a Aníbal González, aunque según los entendidos la posterior restauración no ha sido muy fiel.
Una joven de la quinta generación del fundador nos enseñó con orgullo y sensibilidad los tesoros del museo, empezó por los huertos ecológicos que tienen detrás de la casa con plantaciones aromáticas de las que se encuentran en la sierra y que te embriagan solo con su olor, después pasamos a las salas donde tienen expuestos los alambiques, serpentinas calderas barricas y demás utensilios que emplearon para destilar los primeros anises, hoy en día tienen más de 30 variedades de destilados, premiados con certificados de calidad y premios varios, hasta una medalla de oro que junto con fotos antiguas se exponen en las paredes del museo.
El tiempo se nos fue, y tuvimos que dejar la degustación de los productos para después de la comida que también estaba concertada en el restaurante Jacaranda, donde también se nos unieron Paquita y Juan, a los postres de esa comida serrana para sorpresa  de ella , fue homenajeada nuestra segunda octogenaria del grupo, Mercedes, aunque con algo de retraso por las circunstancias que todos sabemos, fue así mismo entrañable, Las jóvenes del grupo le entregaron un paquete que contenía una prenda glamorosa y cálida que ella paseó con gracia por el comedor. La prenda entregada viene a ser el símbolo de la cálida amistad del grupo hacia ella.
Y volvimos al museo para degustar los productos, todos exquisitos, cada cual compró lo que quiso y nos despedimos contentos de haber disfrutado de un día tan hermoso, amistad y naturaleza, valores que tenemos que custodiar para que la humanidad siga conservando su esencia dentro de la vorágine de las nuevas tendencias, y las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de días como ese que tuvimos los andakanos en la primera salida del curso 2018-19.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor