Este 11 de febrero teníamos previsto recorrer con nuevos ojos el pinsapar de la sierra de Grazalema, pero un rallye de coches tenis cortada a determinadas horas las carreteras de las proximidades y nos lo impidió, así que nos fuimos en tren a ese pueblo de suelo duro, hermosas dehesas y puerta de la sierra norte de Sevilla, El Pedroso.
El cielo era gris y el aire
fresco, y los 12 andakanos bien dispuestos nos fuimos en busca de un sendero
circular “El arroyo de las Cañas”, a la salida del pueblo nos encontramos con
una preciosa ermita, y entramos a visitar la Virgen del Espino, a la que sin
duda acuden los devotos del pueblo, en el jardín había un crucero de piedra que
nos llevamos en las fotos, y más adelante nos encontramos una hermosa mimosa en
flor, llenando de luz el espacio, que también fue recogida en foto, aunque su
belleza se quedó con ella.
Caminamos un rato por la
carretera que lleva a Cazalla hasta cruzarla en un punto donde iniciamos el
camino de tierra, nos sorprendió que
cuando creíamos que debíamos girar a la izquierda nos encontramos con una cancela
cerrada con candado. Ya estábamos en el buen camino, aunque el arroyo era pobre
y las cañas escasas, pero la dehesa era hermosa con sus encinas de brazos
abiertos, y las plantas madurando sus flores en silencio. Un parloteo extraño
nos llamó la atención, y allí estaba una piara de cerdos todos igualitos como
hechos con molde con su hocico brillante y su rabo en tirabuzón, iban a beber y
retozar en un charco cercano, porque ellos si que viven el presente, por eso están
tan contentos. Salimos a una pista ancha donde María Luisa encontró una piedra/sofá
donde relajar sus músculos y recargar energías que luego repartió por el grupo
con alegría. Ya teníamos ganas de llegar al bar para beber cerveza y descansar
las piernas, también comimos y bebimos bien, y ya relajados, alargamos gustosos
la sobremesa hasta la salida del tren, cuando ya caía la tarde, de hecho el sol
nos despidió cuando nos acercábamos a Sevilla, una vez allí nos despedimos
gracias a Dios y la vida por tan bonito día vivido en la amistad.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor