miércoles, 13 de noviembre de 2013

Sierra de las Viñas, Villaluenga del Rosario. 9-11-2013

En este día de otoño luminoso y con viento ocho andakanos acudimos al punto de encuentro donde nos sorprendió un “Cid” vestido de colores incluido caballo y espadón, ¡original!, ¡gilipollez!, ¡estupidez!... cada uno dio su opinión y nos fuimos para la sierra dejando al ecuestre con su traje de crochet.
Desayunamos en el Bosque y seguimos camino hasta Villaluenga del Rosario donde dejamos los coches y comenzamos una ruta circular rodeando la “sierra de las Viñas”, sendero precioso entre paredes grises perdiéndose en un cielo azul, encinares y grupos de piedras entre matorrales y pequeñas praderas, alfombradas de botones de oro y crocus violáceos, como si el otoño jugara a primavera sin dejar por ello de pintar de ocres y amarillos algunos grupos de árboles.
Comimos en una praderita al reparo del viento y acariciados por un sol muy agradable. Regresamos a los coches y en Grazalema hicimos una parada para café y “cubiletes” y con un hermoso cielo vestido de colores para despedir al sol regresamos a Sevilla contentos y oxigenados, agradecidos una vez más por haber disfrutado juntos de naturaleza y amistad.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor 

martes, 5 de noviembre de 2013

Talenque, Las Cañadas, Valdelarco, Talenque. 26-10-2013

“La naturaleza es un libro que está siempre abierto para todos los ojos”. Y los Andakanos tenemos la suerte de abrir algunas páginas de ese libro en nuestras salidas.
La primera salida de este curso ha sido a la sierra de Aracena, un sendero circular en Valdelarco partiendo de el Talenque.
En se libro hemos abierto la página de la naturaleza otoñal, la lluvia otoñal había limpiado el ambiente haciendo resaltar más los colores, estaban los verdes luminosos, los ocres infinitos, los marrones y esa gama de rojizos que el hombre jamás podrá reproducir con su paleta, y en el fondo los pueblos blancos colgados de la sierra y las nubes, esas nubes juguetonas que nos engañan simulando lagos o brazos de mar cuando están pegadas al suelo, o pájaros y ángeles etéreos cuando suben al azul.
Comimos en Valdelarco, y fue especial no por lo servido allí, ni por la forma en que nos sirvió, sino por ese punto que el buen vino nos dio, que hizo que fluyera una conversación interesante, nuestros puntos de vista diferentes no nos altera más bien nos enriquece porque por encima de las diferencias nos une la amistad. Nos acompañó, por primera vez, en ese día José Francisco, amigo de Joaquín, que nos invitó a café con pasteles en Aracena, esperemos que se haya sentido a gusto y repita la experiencia senderista.
Los pulcros que no quisieron mancharse las botas o no pudieron acompañarnos, se lo perdieron, fue un día mágico con luz muy especial que no se volverá a repetir, eso si, habrá otros días y nuestro propósito allí expresado es el de no faltar a las citas de salidas, para seguir leyendo en ese maravilloso libro de la naturaleza.
Fdo.: Blanca

Andakana Mayor