Hacer propia la existencia en comunión con la naturaleza y con el tiempo que nos toca vivir, aunque suene a sabios griegos es de actualidad. La Confirmación a ello son los nueve andakanos que un día frío, de los pocos que caen por nuestro sur, nos dirigimos a la sierra de Aracena para hacer nuestro segundo sendero del año.
Llegamos al pueblo de Valdezufre
donde dejamos los coches y con el fino frío que se colaba por las costuras de
los abrigos y gorros empezamos la marcha hacia La Umbría, un pequeños pueblo
colgado en un rincón de la sierra o presierra pues todavía no descollan picos
en el cielo limpio y azul.
La calle Real del pueblo nos sacó
a la ruta que se nos ofreció despejada y ventosa con prados verdes y bosques de
encinas en el horizonte, ¡¡hacía una rasca!! Pronto entramos en un sendero más
estrecho entre jarales y aulagas que nos dieron calor. En algunas praderas
pacían hermosas vacas con sus ojos redondos y sus pestañas de muñeca que nos
miraban con indiferencia. Pasamos varias cancelas, por lo visto aquella belleza
tenía sus dueños, al abrir una de las cancelas se nos abrió un nuevo paisaje
donde algunas encinas tan juntitas en las dehesas se separaron del grupo para
destacar solitarias en su potente silueta,
encima de una loma, en algunas praderas ráfagas de pequeñas margaritas
blancas daban luz al paisaje, tan inocentes como pintadas por niños. Llegamos
al pueblecito de La Umbría por un sendero escabroso paralelo al arroyo del
mismo nombre que, aunque seco dejaba ver sus riveras. Un gallo nos dio la
bienvenida con su canto, el pueblo solitario donde los gatos campaban a sus
anchas.
Descansamos en un rinconcito
soleado y volvimos al origen del sendero, allí teníamos reservada la comida en
el bar Curro, nos sirvieron el plato combinado estrella de la sierra que fuimos
unánimes en pedir, disfrutamos la comida, el descanso, la charla y nos
despedimos hasta la próxima que será al Pinsapar de Grazalema.
Una vez más gracias a la
vida/Dios por haber reunido a gente tan diversa en un grupo que disfruta la
amistad en una naturaleza infinita en todas sus dimensiones. Que tengáis salud
y paz.
Fdo.: Blanca