Este año tan anómalo por motivo
de las lluvias, ha llevado a tener que suspender varias salidas, una de ellas
fue la del 10 de febrero y que la reseña que escribió Blanca se me había traspapelado,
ahora que la he encontrado os la trascribo y la publico en el blog, pido perdón
por mi desorden.
Sábado 10 de febrero de 2024.
Un carnaval de nubes en el cielo
azul, nubes grises, blancas, cirros, cúmulos, emplumados, coronadas de luz,
danzando con el viento. Por algún claro apareció el sol que bañaba su luz en la
laguna de los pájaros, llena a rebozar con las recientes lluvias.
El campo también estaba risueño y
satisfecho con prados de gamonitas que cimbreaban al viento sus varitas en
flor. Había también cigüeñas volando bajo o posadas en el suelo buscando
sustentos y ramitas para remozar sus nidos, otras sentadas en sus cómodos nidos
tan abundantes en la zona. Los patos se paseaban por la laguna, aunque los más
patosos cayeran en las cazuelas de los restaurantes del entorno.
Para los que no vinieron ya
tienen pistas para saber donde estábamos, sí en la Dehesa de Abajo, allí nos
llevó el mal tiempo que hizo que se suspendiera el sendero programado para este
día, quiso la buena suerte que seis andakanos se reunieran para ir a comer a
casa del “tío Paco”, escondida entre los pinos de la dehesa.
Escogimos arroz con pato patoso
que se dejó cazar, y que tenía menos carne que un gorrión, además estaba el
arroz pasadito y frio, ¡mala suerte!
Aunque la comida fue regular, si
fue bueno el reencuentro con lo que avivamos las ascuas de la amistad andakana,
después de comer un agradable paseo por la Dehesa de Abajo que estaba
esplendida.
La naturaleza nos une, nos
alienta y da energía y también abre nuestra mente a esa esencia vital que anima
todo y nos hace livianos y libres para volar hacia las estrellas. Saludos de
corazón al grupo entero. Salud y paz.
Fdo.: Blanca
Andakana Mayor
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